¡Mil gracias por vuestros regalos y vuestra amistad Bloggera!
MARÍA

GINEBRA

DULCE
CAMPIRELA
AURO

¡Mil gracias por vuestros regalos y vuestra amistad Bloggera!
Los 27 años son una edad crítica para los amantes de la música, bajo la creencia de que los mejores artistas mueren con esa edad. Los nombres más conocidos del Club de los 27 son Robert Johnson, Brian Jones, Jimi Hendrix, Janis Joplin, Jim Morrison, Kurt Cobain y Amy Winehouse. Aunque la idea de una “maldición” resulta atractiva, las estadísticas demuestran que se trata de un mito y que la mayoría de los casos están vinculados a problemas de salud mental y al consumo de drogas.
Os preguntaréis: ¿a qué viene todo esto? Y es que hoy, 8 de mayo de 2025, cumplo 27 años. Obviamente no soy una artista musical, así que no me preocupa esta maldición, si bien mantengo la idea de que la entrada en este cuarto de siglo ha sido fuerte. Matrimonio, hipoteca, bodas y funerales. Ahora sólo deseo paz, amor, mucha salud y un poco más del dinero necesario para sobrevivir.
Un
año más, me encantaría celebrar mi cumpleaños con vosotras, personas
(in)definidas en el tiempo que me acompañáis entre letras y dibujos.
¡Gracias por estar aquí!
Los años anteriores lo celebré con relatos, dibujos, frases, canciones, series, preguntas e incluso un juego. El año pasado pusimos los ojos en el Sistema Solar y este año el tiempo no ha estado de mi parte, así que me limitaré a actualizar cada una de las secciones.
Espero que igualmente disfrutéis de la entrada.
CLARIVIDENCIAPara mí, el Destino nunca había sido un camino ya definido, sino un camino que se va construyendo conforme se toman decisiones. Por esa razón, cuando aquella mujer de rizos oscuros, mirada tan profunda como el universo y nariz aguileña tomó mi mano, una sensación de irrealidad y escepticismo me invadió.—Comencemos, muchacho. ¿Cuál es tu nombre?—¿Usted no es capaz de adivinarlo?La presunta adivina se echó a reír ante mi pulla.—¡Los poderes de las adivinas son diversos y complejos! Tengo colegas que son capaces de desvelar cada detalle de una persona gracias a que su poder se centra en el presente. Las visiones de otras viajan al pasado, a tiempos y lugares muy concretos. Ciertas adivinas son capaces de contactar con espíritus. Sin embargo, sólo unas pocas somos capaces de ver retazos de un futuro muy enfocado en el quién, dónde y cuándo, y para ello necesitamos recabar toda la información, del pasado y del presente, de nuestro cliente. Así que volveré a preguntarte... ¿Cuál es tu nombre, muchacho?No pude evitar ruborizarme, azorado.—Damián Torres.Fui respondiendo a cada una de sus preguntas: 31 años. Ingeniero electrónico. Ocupo un puesto de director de proyectos en una multinacional. Independizado desde hace seis años y terminando de pagar una hipoteca. Alérgico a los gatos. Tener un color favorito es una estupidez. No, no he tenido una relación que durase más de un par de meses, y por eso estoy aquí.—¡Oh, así que buscas el amor romántico! No sólo pasión o intimidad, sino también compromiso. ¿Por qué crees que no lo has conseguido aún?—Aparte de adivina, ¿también tiene el título de psicóloga o qué? —Bufé, pero al notar el apretón de su mano me dispuse a contestar—: En la Universidad conocí a varias personas, pero, aunque tenía tiempo, no tenía un lugar con el que compartirlo, así que no llegué a conectar con ellas. Cuando empecé a trabajar y me compré la casa, tenía lugar, pero no tiempo. Ahora, tengo lugar y tiempo, y quisiera saber si encontraré a la persona correcta, la que hará que me enamore perdidamente de ella.La sonrisa de la mujer se amplió.—Bien. Creo que ya he recopilado suficiente información... —Cerró los ojos y murmuró una plegaria en un idioma que no identifiqué. El ambiente se cargó de una extraña tensión, y al cabo de los minutos la mujer se dirigió a mí de nuevo—: Te puedo asegurar que conocerás a la persona correcta, en un lugar impensado y en el momento equivocado. Por eso, no os será fácil comenzar una relación, pero en cuanto el momento se torne en el correcto y establezcáis el lugar, podréis afianzarla. Auguro una relación repleta de amor, sana y feliz.Los latidos de mi corazón se aceleraron.—¿No puede ser un poco más precisa?Por fin, me soltó la mano.—Prefiero no dar demasiados detalles para evitar el riesgo de que el cliente autorrealice o autofrustre su profecía. ¡Lo que tenga que ser, será! Espero que mis palabras apacigüen tus temores y te permitan seguir su vida con libertad. ¿Estás satisfecho con el servicio, muchacho?Resoplé, no muy convencido, si bien terminé asintiendo con la cabeza y dejando sobre la mesa el pago pactado, una rosa roja y una caja de tabaco importado de las Américas. La rosa acabó en un jarrón, junto a otras semejantes, en cuanto al tabaco...—Disfruta de tu futuro, muchacho —se despidió la mujer mientras se encendía un cigarrillo.Tenía razón. Al salir de la tienda me dio la impresión de que el día era más claro y soleado; me sentí más tranquilo y con más ganas que nunca de forjar mi Destino.